En general rescato el viaje como positivo. El intinerario fue el siguiente:
- Desayuno típico por la mañana en el restaurante El Jardín. Este se encuentra pasando San Ramón a un costado de la carretera prinicipal.
- De ahí nos dirigimos al Parque Nacional Volcán Arenal donde caminanos por uno de los senderos más cortos. Aproximadamente unos 40 minutos en total. Al final del sendero se tiene una vista del lago del Arenal. La caminata se disfrutó por el ejercicio que implica subir hasta el lugar del mirador, pero las señoras flora y fauna no son muy vistosas en el parque. No obstante para el ojo del extranjero que no está acostumbrado como el tico a esta vista, no deja de asombrarle.
- Seguidamente nos dirijimos a almorzar al Hotel Arenal Kioro, uno de los puntos fuertes del viaje ya que la comida tuvo cero quejas de parte de todos los comensales. El Hotel se ve muy acogedor y deja la espinita clavada como para querer visitarlo en un futuro.
- Finalmente llegamos a la atracción principal que fueron las aguas termales, en esta ocasión proporcionadas por las aguas termales Titokú. En ocasiones anteriores he visitado Baldí donde hay una mayor cantidad y diversidad de piscinas, pero tampoco decepcionan las aguas de Titokú. Dos horas fueron más que suficientes para relajar el cuerpo y eliminar el estrés acumulado de la semana. Dentro del lugar nos sirvieron un ceviche que dejó a más de uno encantado.
El viaje como dije fue muy relajante y se disfrutó bastante. Quizás el único punto negativo es el regreso a San José que puede resultar cansado sin paradas de descanso. Aunque mucho aprovecharon para dormir durante el trayecto. Pero siempre habemos algunos que nos cuesta más dormir en un autobus.
Muy hermosa la zona de La Fortuna de San Carlos. Vale la pena darse la vueltecita.


















